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Mariposa soy

Haití es mi segunda Patria

Haití es mi segunda Patria Entrar a un salón de operaciones es algo impresionante y para mi que en una ocasión
estuve allí por problemas de salud es algo difícil, pero esta vez la curiosidad profesional rompió esta barrera y me ví de repente entre el ir y venir de batas verdes en el Hospital Luis Aldana Palomino en esta localidad suroccidental de la provincia de Las Tunas, el objetivo dialogar con el Doctor José Roberto Vicente Rodriguez, Especialista de Primer Grado en Anestesiología para acercarlos a la historia vivida por él durante los dos años en la República de Haití como colaborador de la salud tras el paso del Huracán George y que hoy alcanza singular interés a un mes de los desastres causados por el Sismo en ese empobrecido país del Caribe.

Con gran desenfado y con un brillo de emoción en sus ojos el jóven galeno rememora los momentos en que llegara al departamento del Oeste al Hospital de la Comuna de CAREFOR, lugar señalado como el epicentro del fenómeno natural.

LLEGAMOS A SER UNA GRAN FAMILIA.

Durante nuestra estancia en esa instalación recibimos mucha ayuda de los haitianos, la acogida fue calurosa lo que nos permitió que llegaramos a ser una gran familia, yo no sabía nada del idioma y en el transcurso del tiempo pude aprender el Creole para poder comunicarme con los pacientes e incluso con el tiempo ello me posibilitó servir de traductor a la prensa y a las visitas que llegaban a conocer de nuestro trabajo.
Esa instalación era un centro de maternidad, por lo que me encargaba no solo del trabajo de anestesia sino de los primeros cuidados de los recien nacidos cuando era el parto por cesàrea o cuando el estado del pequeño era severamente deprimido me encargaba de la neonatología.

ESTOY DISPUESTO A DAR NUEVAMENTE MI AYUDA.

Vivir allí fue una experiencia única, por lo que la noticia del Sismo nos afectó mucho por que allí dejamos muchos conocidos y amigos y lamentamos profundamente la situación por la que atravieza el pueblo de Haití, un país hermano que carece de una infraestructura económica y social para afrontar esta situación, por ello al igual que el resto de los médicos cubanos estoy dispuesto en el momento que sea necesario para dar una vez màs mi ayuda solidaria al pueblo Haitiano.

AL LLEGAR AL HOSPITAL PREGUNTABAN POR LOS MEDICOS CUBANOS.

El agradecimiento de los haitianos, es algo que grabè en mi memoria porque como trabajaba en un centro de maternidad nos relacionabamos mucho con las pacientes embarazadas, que siempre mostraban el cariño hacia el personal medico cubano y la satisfacción por haber sido atendidas por ellos y cuando llegaban lo primero que hacían era preguntar por nosotros eso era un denominador común porque conocían de la solidaridad que nos caracteriza así como el alto nivel profesional de la Escuela Cubana de Medicina.

VER COMO SE COBRABA LA CONSULTA NOS MARCO A TODOS.

Nosotros estamos acostumbrados a recibir a un paciente y entregarnos a él, las condiciones económicas, el color de la piel, el credo son cosas que no nos interesan lo nuestro es medicar al paciente y salvarlo, sin embargo allí nos dañaba saber que había un paciente grave que requería atención médica y que no podía recibirla porque no tenía dinero para pagar la consulta, por ello los médicos que trabajabamos en el Salón de Operaciones economizabamos material para ponerlo en función de los pacientes que no tenían recursos y se los dabamos gratuitamente y de esa forma era un dinero que no tenían que pagar al hospital.

HAITI ES MI SEGUNDA PATRIA.

Cuando veo la labor que hacen ahora mis colegas en parques e improvisados hospitales pienso que es incomparable el sacrificio de ellos con lo que hicimos nosotros cuando nos correspondió, Haití para mi fue una escuela que creció y enriqueció mi vida profesional y espiritual por ello digo siempre que Haití es mi segunda Patria.

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