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Mariposa soy

Una Capitana para respetar

Una Capitana para respetar

Paula Tartabull Hernández, jubilada del sector del comercio, la gastronomía y los servicios en Amancio, no lo pensó dos veces para reincorporarse a la vida útil en el Restaurante Polinesio...“No tengo grados, pero me estimula que me digan capitana", así dice con sencillez Paula Tartabull Hernández, jubilada del sector del comercio, la gastronomía y los servicios en Amancio.

Luego de acumular 40 años de entrega total a su profesión, esta mujer de piel negra y carácter agradable, no lo pensó dos veces para reincorporarse a la vida útil. "Cuando escuché al General de Ejército Raúl Castro en su discurso en la Asamblea Nacional del Poder Popular, me dije: Paula, recuerda que el futuro es de los que luchan; me presenté en el Restaurante Polinesio donde laboré casi toda mi vida".

Confiesa que estando en su casa, extrañaba los secretos del buen gastronómico. No por gusto sus compañeros la buscaban para que los apoyara. " Sentí que mi experiencia era necesaria y nunca me molestaba cuando venían a mi casa. Consideré que todavía tenía fuerzas y ánimos para volver a mi antiguo trabajo".

"Ahora, la mayor recompensa que disfruto es ver la sonrisa de los clientes cuando reciben el servicio que yo les presto, porque hay una cosa que no puede faltar en nuestra labor y es precisamente el amor por lo que uno hace, pues a pesar de la escasez de recursos, lo más importante es brindarle al pueblo un producto de calidad", dice con satisfacción dibujada en su rostro.

Esta capitana amanciera tiene en su haber importantes reconocimientos: durante tres años consecutivos resultó elegida Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, además de desempeñarse como secretaria general del núcleo del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el Restaurante Polinesio.

Por modestia, Paula no es amiga de hablar de los méritos propios. Su currículum no deja lugar a dudas, guarda con celo innumerables certificados que avalan su profesionalismo. "Puedo mencionar mi participación en la Sexta Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en La Habana en 1979, en los XI Juegos Deportivos Panamericanos en la subsede de Santiago de Cuba en el año 1991; también en los festejos por el 26 de Julio en varias provincias". Aquí hace un alto para revelar lo que ella considera el honor más alto. "Tuve el privilegio de atender directamente a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante el desarrollo del Cuarto Congreso del Partido en Santiago de Cuba, junto a otras compañeras".

"Admiro mucho a los jóvenes, cuando yo comencé a trabajar mis padres no querían que yo fuera gastronómica porque era un oficio mal visto para una mujer. Gracias a la Revolución ahora todo es diferente", reafirma y con la seguridad que le da una vida entregada totalmente a los demás, concluye: " yo les aconsejo que siempre busquen la forma de ser mejores, que a pesar de los problemas que podamos tener como seres humanos la sonrisa y el saludo nunca pueden faltar. Que me crean, se los dice una capitana agradecida por las cosas lindas que nos dio Fidel".

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