Una lección magistral

Mi orgullo de ser cubana recibió otra inyección este sábado cuando a sólo 15 meses de los estragos del huracán Paloma en el asentamiento costero de Guayabal en Amancio, 112 familias que residían en esa comunidad recibieran igual número de confortables viviendas en el moderno poblado construído por el Contingente 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución.

En ese momento vinieron a mi mente las palabras de aliento pronunciadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en su recorrido por el maltrecho poblado a pocas horas del paso de "Paloma" cuando en dialogo con los damnificados dijo; "Nadie quedará abandonado."

Y así fue, tras 333 jornadas sin tener en cuenta el sol, la lluvia ni la oscuridad de la noche y en marcha unida oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ( FAR) , del Ministerio del Interior ( MININT) junto a otros organismos constructores demotraron que los fenómenos de la naturaleza no pueden amilanar la entereza de aquellos que luchan y trabajan por una causa noble y humana.


Es una lección magistral de la Maestra Revolución como dijera Lidia Ester Morales, maestra jubilada que manifestó publicamente su agradecimiento y la de sus coterráneos por la nueva comunidad que no por casualidad nombraron José Martí y que cuenta entre otras con Sala de Rehabilitación, Farmacia, Clínica Estomatológica con servicios especializados, Panadería, Parque infantil, Telefonía Pública y una Escuela Primaria.

Por ello no era redundante que a cada paso por las bellas y bien acondicionadas instalaciones me detuvieran la jóven Daymara, estudiante universitaria, el pescador Angel para señalarme donde estaba su nueva casa o que en un portal sentado en su balance el veterano Carlitos recordara los días vividos en el otrora Guayabal y diera vivas a la Revolución y a Fidel por el privilegio de como dicen ellos, tener una casa de Primera.

Coincido ciento por ciento con Lidia, hemos recibido una vez más Una Lección Magistral.